La
publicidad se inventó como un mecanismo del capitalismo para crear necesidades
(aunque no sean reales) y con ello promover el consumo de productos y las
ganancias millonarias de los productores.
Desde que empezó a existir la
publicidad, las técnicas publicitarias consideraron a la mujer como la más
importante de sus conquistas y el mejor personaje para conseguir sus fines de
ventas. Primero, porque la mujer es la destinataria de la mayor parte de lo que
se pretende vender; y segundo porque la mujer es utilizada como un adorno hermoso
y convincente para promover los productos: desde automóviles y bebidas
alcohólicas hasta perfumes, ropa masculina, etcétera.
En el mundo consumista actual, la
mujer es la compradora por excelencia. Está comprobado que en las familias, las
decisiones de compra las realizan mayoritariamente las mujeres. Por eso, la
protagonista principal de los anuncios publicitarios es la mujer.
En la publicidad, la figura femenina
se muestra de dos formas: como eje del espacio familiar en su papel de madre,
buena esposa, madre y ama de casa, como persona profesional, o como símbolo de
atracción sexual, seductora y coqueta. Así, los estereotipos de la mujer en la
publicidad son varios:
1. Ama de casa. La publicidad representa escenas de la vida en
familia. La mujer administra el tiempo de la familia, sabe dejar la ropa
blanquísima cuando la lava, adorna la casa a su gusto, compra los productos que
más le convienen a la familia. Con este tipo de publicidad se muestra a una
mujer que no sufre haciendo las labores domésticas, que las hace sin
complicaciones gracias a maravillosos aparatos, y que es feliz con su trabajo
en la casa.
2. Madre de familia. La maternidad es muy explotada en la publicidad.
Los anuncios pretenden transmitir la ternura de una madre y, en este estereotipo,
la mujer es el símbolo del mayor apoyo para el crecimiento y el desarrollo de
los hijos. En los anuncios de productos dirigidos a niños la madre es quien
juega con ellos, los alimenta, los cuida y los mima.
3. Esposa y compañera. Lo que más se muestra en la publicidad con este
estereotipo de mujer son parejas jóvenes y dinámicas, iniciando una vida
conyugal feliz. En este tipo de anuncios el papel de la mujer es más equitativo
con el del hombre, e incluso el hombre se somete a la voluntad de la mujer que
sabe tomar decisiones inteligentes por el bien de la familia.
4. Trabajadora y ama de casa. Las mujeres aparecen en la publicidad
como trabajadoras fuera de casa pero también en su exitosa vida doméstica. La
mujer ejerce una profesión porque ha estudiado, pero de ninguna manera se
desvincula de sus responsabilidades familiares como esposa, madre y ama de
casa.
5. Independiente. Con este estereotipo las mujeres en la publicidad
son fuertes y maduras a pesar de su juventud, con valores muy definidos, inteligentes,
y consumen productos que las hacen sentir felices y libres. La mujer solamente
está pendiente de sí misma y prefiere la compañía de cosas materiales (coches,
relojes, vestidos) que de un hombre o una familia.
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