domingo, 25 de enero de 2015

Publicidad sexista

Los estereotipos de belleza generan trastornos alimenticios en gente generalmente adolescente, de este tema por que hay estadísticas que afirman que después de que se presentó el informe anual 2012 del Observatorio Andaluz de la Publicidad no Sexista, organismo dependiente del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) se supo que durante el pasado año, recibió el mayor número de quejas por anuncios sexistas interpuestas por la ciudadanía desde su creación en 2003


Por otra parte, un estudio de CONAPRED afirma que:

Hay ocho millones más de mujeres trabajadoras que no cuentan con seguridad social que de hombres en esa circunstancia.

Hay 2.5 millones más de mujeres en pobreza que de hombres.

De las mujeres mayores de 15 años, 7.6% es analfabeta.

De las mujeres en edad de trabajar, 51% obtiene ingresos, en relación con 81% de los hombres.

De los miembros del Senado, 81% son hombres, y más de 95% de las presidencias municipales están ocupadas por hombres.

Para complementar el cuadro, 94% de la población cree que se golpea a las mujeres.

Todos estos datos son indicadores de un país construido para los varones, y manifiestan la discriminación estructural y cultural hacia las mujeres  explica .

Si partimos del hecho o la definición de porque los estereotipos de belleza son malos entonces, podemos inferir que la publicidad sexista crea estereotipos, los estereotipos crean rezago y marginación en la sociedad, el rezago y la marginación crean un mal social; por lo tanto, la publicidad sexista es un mal social. Se puede decir que la publicidad sexista continua en muchos países del mundo porque los dueños de estas empresas, tiene dinero, lo cual les hace tener poder; por lo tanto, los que tienen poder, osea los que tienen dinero, controlan la publicidad de una manera que les convenga para que el hombre siga siendo el que tiene poder, y la mujer solo sirva como un objeto sexual. (deducción


Ejemplos de publicidad en que se utilice el sexismo y a la mujer como un objeto sexual es en anuncios de cerveza, como Tecate. La mujer solo aparece como la que sirve las bebidas o como una “extra”.



 En los anuncios de detergentes, la mujer también es la que aparece como la que lava y la que se queda haciendo el trabajo en la casa. Es más en un anuncio de Suavitel, se menciona que si “las mujeres queremos también salir con la familia” usemos Suavitel momentos mágicos, que evita el planchado “y nos demos la oportunidad se salir. 












Otro ejemplo de publicidades sexistas son Vitoria Secret y muchas marcas de lencería femenina. La mujer en esta propaganda y en el famoso “Victoria Secret Fashion Show” la hacen ver como a alguien a quien nada mas se le resalta la belleza y el cuerpo, que como ya mencione antes, es un cuerpo que prácticamente nadie tiene, ya que son complexiones que si no se nace con ellas, no se llegan a tener.


 








Analogía:


Una trabajadora del CONAPRED, me informó que en España, se instaló un observatorio creado por la sociedad civil, el cual tenía el objetivo de censurar la publicidad sexista. En Argentina, de igual manera, se creó un observatorio para censurar la publicidad sexista. En ambos países, los resultados de este cambio en la publicidad fueron benefactores para las compañías que los hicieron. Esto demuestra, que aunque este cambio represente un reto, hay veces en las que salirse del camino del estereotipo, genera ganancias. Además la población, generalmente femenina, pero también masculina, se siente bien con esto y los incita a comprar, justamente por ser diferentes y originales. La analogía sería que si en estos dos países, España y Argentina, las ganancias para las empresas mejoraron al crear un observatorio que sirviera como “policía” de la publicidad, en México, que aunque no es una país igual, esto podría servir, ya que no hay razones que nos hagan pensar lo contrario. 









domingo, 7 de diciembre de 2014

Los modelos de belleza y la autoestima de las mujeres.


Todos los estereotipos de la mujer que dominan en el mundo actual tienen una dimensión estética. Aunque las cualidades como ser dinámica, moderna, rebelde, inteligente, delicada, buena amiga y amorosa están presentes en algunos de los estereotipos, las cualidad más importante de la mujeres en los estereotipos de hoy son la juventud y la belleza. La mujer como símbolo de belleza está presente en casi todo tipo de publicidad. Y la belleza es una cualidad que se relaciona sobre todo con el cuerpo femenino que debe ser sensual y delicado, y se transmite la idea de que el cuerpo femenino es hermoso por naturaleza.
            La belleza es la característica más exigida en la publicidad de la televisión. Las mujeres que aparecen en los anuncios televisivos siempre son guapas y jóvenes, delgadas, con un cutis perfecto y sin arrugas. 

Pero lo terrible es que la imagen de la mujer que se promueve a través de los medios publicitarios con imágenes, no responde a las mujeres reales y, sobre todo, que el mensaje que se transmite es que solamente con un aspecto como el de la modelo las mujeres se pueden sentir contentas, orgullosas y seguras de sí mismas. Como si el mayor logro personal solamente se relacionara con el aspecto físico. 




Además, la mujer es utilizada como un objeto de deseo para el disfrute de los hombres. La mujer hermosa es asociada al atractivo sexual.

            Las consecuencias de la divulgación masiva de estos cánones de belleza femenina radican en el hecho de que, como en la vida real las mujeres no se corresponden con ellos, la insatisfacción, sobre todo en las mujeres jóvenes apenas en desarrollo, es muy aguda. Muy pocas mujeres tienen un cuerpo alto, delgado, con vientres totalmente lisos, sin imperfecciones en la piel, y un pelo hermoso que en la mayor parte de las modelos es rubio.


            Estudios realizados demuestran que un 90% de jóvenes de 15 a 17 años desean cambiar algún aspecto de su apariencia física, empezando por el peso corporal. Y estos datos se acentúan entre la población latinoamericana que responde aún menos a los cánones de belleza que responden a modelos nórdicos y caucásicos. Son datos alarmantes porque implican una baja autoestima de las jóvenes, que cada vez más frecuentemente actúan poniendo en peligro su salud, haciendo dietas, no comiendo o provocándose el vómito cuando lo hacen, todo con el fin de lograr una flacura extrema y antinatural.

 Se sabe que las muñecas Barbie con las que juegan las niñas de todo el mundo hoy en día, van creando en ellas un estereotipo de belleza, que si ya no es únicamente rubio, si es de una delgadez extrema y unas proporciones que no existen en la naturaleza femenina.





            Otro hecho notable, es que la publicidad y las revistas de moda promueven hoy como único valor además del de la belleza, el de la eterna juventud. A diferencia de lo que pasaba a mediados de siglo XX, en que se promovía que el modelo a seguir era el de la elegancia y la distinción, hoy las mujeres solamente pueden aspirar a parecer eternamente de 25 años, batalla perdida de antemano. Es por eso que la cirugía plástica se ha convertido en una práctica muy frecuente entre la gente con posibilidades económicas, pero que, al fin y al cabo, tampoco logra su objetivo.



            Afortunadamente, hoy en día se han iniciado campañas en muchos lugares del mundo, encaminadas a proteger la autoestima de las mujeres, intentando contrarrestar los efectos de la publicidad y los valores femeninos que ésta promueve. Textos y conferencias en las escuelas intentan proteger a las niñas, para que su desarrollo hacia la adultez sea sano y puedan vivir con el convencimiento de que su valía y su hermosura no están determinadas por la semejanza a unos estereotipos imposibles de alcanzar.


Estereotipos de mujer en la publicidad actual


La publicidad se inventó como un mecanismo del capitalismo para crear necesidades (aunque no sean reales) y con ello promover el consumo de productos y las ganancias millonarias de los productores.

            Desde que empezó a existir la publicidad, las técnicas publicitarias consideraron a la mujer como la más importante de sus conquistas y el mejor personaje para conseguir sus fines de ventas. Primero, porque la mujer es la destinataria de la mayor parte de lo que se pretende vender; y segundo porque la mujer es utilizada como un adorno hermoso y convincente para promover los productos: desde automóviles y bebidas alcohólicas hasta perfumes, ropa masculina, etcétera.


            




En el mundo consumista actual, la mujer es la compradora por excelencia. Está comprobado que en las familias, las decisiones de compra las realizan mayoritariamente las mujeres. Por eso, la protagonista principal de los anuncios publicitarios es la mujer.

            En la publicidad, la figura femenina se muestra de dos formas: como eje del espacio familiar en su papel de madre, buena esposa, madre y ama de casa, como persona profesional, o como símbolo de atracción sexual, seductora y coqueta. Así, los estereotipos de la mujer en la publicidad son varios:
            1. Ama de casa. La publicidad representa escenas de la vida en familia. La mujer administra el tiempo de la familia, sabe dejar la ropa blanquísima cuando la lava, adorna la casa a su gusto, compra los productos que más le convienen a la familia. Con este tipo de publicidad se muestra a una mujer que no sufre haciendo las labores domésticas, que las hace sin complicaciones gracias a maravillosos aparatos, y que es feliz con su trabajo en la casa.

            2. Madre de familia. La maternidad es muy explotada en la publicidad. Los anuncios pretenden transmitir la ternura de una madre y, en este estereotipo, la mujer es el símbolo del mayor apoyo para el crecimiento y el desarrollo de los hijos. En los anuncios de productos dirigidos a niños la madre es quien juega con ellos, los alimenta, los cuida y los mima.
            3. Esposa y compañera. Lo que más se muestra en la publicidad con este estereotipo de mujer son parejas jóvenes y dinámicas, iniciando una vida conyugal feliz. En este tipo de anuncios el papel de la mujer es más equitativo con el del hombre, e incluso el hombre se somete a la voluntad de la mujer que sabe tomar decisiones inteligentes por el bien de la familia.
            4. Trabajadora y ama de casa. Las mujeres aparecen en la publicidad como trabajadoras fuera de casa pero también en su exitosa vida doméstica. La mujer ejerce una profesión porque ha estudiado, pero de ninguna manera se desvincula de sus responsabilidades familiares como esposa, madre y ama de casa.

            5. Independiente. Con este estereotipo las mujeres en la publicidad son fuertes y maduras a pesar de su juventud, con valores muy definidos, inteligentes, y consumen productos que las hacen sentir felices y libres. La mujer solamente está pendiente de sí misma y prefiere la compañía de cosas materiales (coches, relojes, vestidos) que de un hombre o una familia.